Campamentos de la parroquia
Ntra. Sra. del Huerto
50 años son muchos… o pocos, según como se mire o como se cuente. Hablando de historia serian pocos, de recuerdos, un montón, así que, para la memoria que ya va siendo frágil, una dificultad añadida pero no por ello menos importante o al menos así lo recordamos, cuando con motivo del 50 aniversario de la Parroquia de Nuestra Señora del Huerto vamos a evocar aquellos campamentos, comenzando por el año 1980.
Fue el primero organizado por la parroquia. Cierto es, que dos años antes se habían hecho excursiones de fin de semana con mochilas y tiendas de campaña, llamados “campamentos volantes” con Federico Villanueva y Pascual Zalba al frente, germen de lo que posteriormente iban a ser los campamentos de la Parroquia del Huerto, pero hasta ese año no se concretó y organizó en una sede fija y esto es así, pues la que luego iba a ser la futura sede de los campamentos “La casa de Yábar” estaba siendo reformada, desde que Jose Ramón Asían, natural de Yabar, desde el año 1979 cediese su casa a la Parroquia del Huerto para campamentos y convivencias. La colaboración de muchos parroquianos hizo de este lugar una prolongación de la Parroquia del Huerto, allí, justo a las faldas de San Miguel de Aralar y a partir de los años 90, lugar de encuentro y convivencia, hasta el año 2002.
Pero volviendo al año 1980.
Federico echando mano, con sus dotes de persuasión conocidos, de personas muy cercanas a la Parroquia y a la Coral Ipardoñua, otra creación parroquial y que a la par, también celebra, en estas fechas, su 50 aniversario, inicia este campamento.
Este contó con la ilusión de la novedad y de la juventud de todos sus integrantes.
Se celebró en un pueblo, perteneciente al municipio de Navascues, con muy pocos habitantes, hoy en día, tan solo 18 y de nombre USTÉS.
En ese entorno físico predominan los campos de labranza en un precioso enclave a orillas del Río Salazar y de donde parten dos bellos valles del Pirineos navarro, al norte El Valle de Salazar y al este El Valle del Roncal.
El mejor destino, para el comienzo de los CAMPAMENTOS DE LA PARROQUIA DEL HUERTO.
Para la organización de un campamento como este, se requería de un lugar más o menos acondicionado, en este caso, al llegar hubo que ponerse manos a la obra para poder dejar la casa, donde se iban a instalar los niños, habitable.
Expertas cocineras que nos deleitasen con su buen hacer en los fogones y aquí tenemos que reseñar a Maite Egues, Tere Munarriz y Pili Sola.
En mantenimiento, todo un manitas, Laureano Miranda y como monitores Ana Lete, Blanca Miranda, Camino Garbisu, Macu Barber y Fernando Aisa.
Resaltar de esta primera edición, la jornada de Juegos Olimpicos con la llegada, en la apertura, de la antorcha olimpica de la mano de la benjamina del grupo, Adriana Arriaga.
Fue una magnifica esperiencia y para todos aquellos que lo vivimos, sera siempre un cariñoso y agradable recuerdo.
Con posterioridad y dado que no se pudo conseguir nuevamente la casa de Ustés, se celebraron campamentos en GURIEZO, los años 81, 82 y 83, gracias a las Hnas. del Huerto y sobre todo a la Hna. Nieves, Sor Citroën, siempre al quite de lo que se necesitase.
Allí se pudo disfrutar del mar en las magnificas playas Santanderinas y un recuerdo imborrable los maravillosos “fuegos de campamento”.
Volvieron a repetir como “cocineras” Maite Egues y Pili Sola junto a su marido Arturo Burruel y se incorporaron Maricruz Villanueva y su marido Miguel Allue así como Aurora esposa de Laureano, nuestro particular hombre de mantenimiento.
Las monitoras fueron Ana Lete, Camino Garbisu, Blanca Miranda y se unió Consuelo Allue.
En el año 1984 se volvio a tierras Navarras, concretamente a BARAIBAR.
Con el mismo equipo de cocineras y con un aumento grande de monitores, pues estos, antes niños, ya con la experiencia de vivir anteriores campamentos, relevaban a los hasta ahora sus monitores. El paso generacional hecho realidad.
Así pues Javier y Juanjo Suarez, Ana Merche Garbisu, Iñaki Gorriz, Anabel Vitas, Jaime Giron, Quique Villanueva, Marisol Lopez, Ana Remon, Maria José Hernández e Inma Quintana, se convirtieron en los nuevos monitores.
De este campamento merece la pena recordar el susto que se llevo D. Federico al ser atacado y mordido por un ratón con las consecuencia de tener que ser atendido y pinchado con la consiguiente vacuna antirrábica.
Tras este año los siguientes hasta finales de los ochenta, se realizarían campamentos en SANTESTEBAN, ELIZONDO, GARRALDA 2 años y en ESTELLA concretamente en las Escuelas de Remontival.
Allí el equipo de cocineras estaba formado por Ana Tirapu, Maite Egues y Consuelo Allue, siendo los monitores por aquellas fechas Cesar Arriaga, Anaiensi Ojer, Marta Vera, Idoya Fuertes y Juanjo Gonzalez. Seguian de años anteriores Jaime Giron y Javier Suarez.
A partir de los años 90 y ya con “La casa de YABAR” preprarada, se celebraron campamentos los años siguientes con Pili Abarzuza y Maite Egües como cocineras y por allí pasaron monitores, otra vez el paso generacional, Enrique Labiano, Israel Ducay, Alberto Agudo, Miguel Bacaicoa, Natxo Eransus y Javier Ojer. Tambien hubo alguna escapada otra vez a GURIEZO, pero la “casa de Yabar” fue santo y seña de campamentos y convivencias hasta los años 2000 que fue reclamada por los hijos de Jose Ramón Asían.
De aquellos últimos años de los 90 hasta los 2000 y ya con Padres, de la Parroquia, de niños que acudían al campamento, como encargados de las labores culinarias, estuvieron como monitores Cristina Labiano, Amaya Ojer, Amaya Rubla, Marta Archanco, Miguel Ayesa, Xabier Villar y Urko Chorraut.
A partir de aquí...